En el primer trimestre del año, las pérdidas ocasionadas por fraudes externos en el sector bancario se cuadruplicaron, alcanzando un peak histórico, según los informes presentados por la Superintendencia de Bancos.
Estos fraudes, que en su mayoría fueron realizados a través de hackeos informáticos y suplantación de identidad, representan un grave riesgo tanto para las entidades financieras como para los clientes, quienes podrían sufrir el robo de sus datos personales y financieros.
Ante esta situación, se hace necesario que las instituciones bancarias refuercen sus medidas de seguridad y que los usuarios estén alerta frente a posibles intentos de estafa, tomando precauciones adicionales al momento de realizar transacciones en línea.