Varios aliados y asesores están intensificando la presión sobre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que apruebe ataques contra Rusia en respuesta a las continuas tensiones en Europa.
Esta presión ha surgido después de que Rusia desplegara un gran número de tropas en la frontera con Ucrania, alimentando temores de una escalada militar en la región.
A pesar de la presión, la administración de Biden ha expresado su compromiso con una solución diplomática para resolver la crisis, aunque no se descarta la posibilidad de una respuesta militar en caso de que la situación empeore.