Donald Trump se compromete a arrebatar poderes clave de gasto del Congreso si resulta elegido en noviembre, prometiendo ejercer más control sobre el presupuesto federal que cualquier presidente en la historia de EE.UU.
Según la Constitución, el control sobre el gasto recae en el Congreso, pero Trump y sus asesores sostienen que el presidente debería tener mucho más margen de maniobra, incluyendo la autoridad para detener programas en su totalidad, incluso si los legisladores los financian.
Dependiendo de la respuesta de la Corte Suprema y el Congreso, los planes de Trump podrían alterar significativamente el equilibrio de poder entre las tres ramas del gobierno federal.