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Las autoridades sanitarias estadounidenses están realizando nuevos estudios para investigar el impacto de la gripe aviar H5N1 en el sector lácteo, enfocándose tanto en los trabajadores como en los productos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están colaborando con el estado de Michigan para examinar si los empleados expuestos al ganado contaminado han contraído la infección. Asimismo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) está evaluando la efectividad de la pasteurización instantánea para eliminar el virus de la leche.
Estos esfuerzos forman parte de una serie de investigaciones anunciadas recientemente para comprender mejor cómo el virus, detectado en el ganado lechero este año, se transmite. Según el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), la infección se propaga principalmente a través de la leche cruda. “La propagación parece estar vinculada al movimiento del ganado y al uso compartido de equipos y trabajadores entre granjas”, comenta el Dr. Eric Deeble, asesor del USDA.
A pesar de la resistencia de algunos productores lácteos a permitir la entrada de funcionarios para realizar pruebas, los CDC han logrado avanzar en sus estudios ofreciendo incentivos financieros. Paralelamente, la FDA continúa analizando productos lácteos en tiendas y retirando del mercado aquellos que pudieran tener rastros del virus, aunque hasta ahora no se ha encontrado evidencia de que los productos pasteurizados representen un riesgo significativo para los consumidores.
