Fuente de la imagen: cnn.com
El sofocante verano en Estados Unidos sigue afectando a millones de personas con múltiples episodios de calor récord, y las perspectivas para las próximas semanas y meses no son alentadoras. Según las predicciones, las temperaturas extremas llegaron para quedarse, con solo breves intervalos de alivio. La realidad del calentamiento global, impulsado por la contaminación de combustibles fósiles, apunta a que estos fenómenos se intensificarán y serán más frecuentes.
Kristina Dahl, climatóloga de la Unión de Científicos Conscientes, señaló que veranos como el actual y el del año pasado, que fue el más caluroso registrado, se convertirán en normales en el futuro cercano. A pesar de que todavía pueden ocurrir veranos más frescos que el promedio, el cambio climático incrementa la posibilidad de veranos más calurosos. Este año, varias ciudades de la mitad oriental de EE.UU. han presenciado uno de los 10 veranos más cálidos de la historia, reflejo del clima en transformación.
El calor extremo al inicio del verano aumenta el riesgo para la salud, ya que el cuerpo humano no logra aclimatarse gradualmente. Dahl explicó que temperaturas anormalmente altas están alterando la percepción del calor y que zonas del oeste y sur de EE.UU. se espera que experimenten temperaturas significativamente superiores a lo normal en los próximos días. Algunas regiones soportaron la semana pasada temperaturas entre 25 y 30 grados Celsius por encima de lo esperado.
Las previsiones meteorológicas indican que este patrón de temperaturas superiores a la media persistirá en gran parte del país hasta principios de julio. El Centro de Predicción del Clima pronostica que áreas del este y las Rocosas serán especialmente cálidas. Este verano prolongado y extremadamente caluroso podría romper más récords históricos, y la longevidad de estos periodos de calor intenso tendrá repercusiones significativas en la salud pública y el medio ambiente.
El año pasado, la ciudad de Phoenix experimentó su julio más caluroso, con una temperatura media de 102,7 grados Fahrenheit, lo cual contribuyó a un alto número de muertes relacionadas con el calor en el condado de Maricopa. Los expertos creen que, sin cambios drásticos en la reducción de emisiones de combustibles fósiles, estas tendencias continuarán y se intensificarán, haciendo que las estaciones frías solo enmascaren una amenaza subyacente de calor extremo.