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La selección chilena disputó un exigente partido contra el campeón mundial en Nueva Jersey, actuando como visitante. Tras un empate sin brillo frente a Perú, el equipo liderado por Ricardo Gareca buscaba redimirse. A pesar del control del juego por parte de la Albiceleste, un empate parecía aceptable para las aspiraciones de Chile en el grupo A, hasta que un gol tardío de Lautaro Martínez desbarató el plan. La defensiva chilena resistió 88 minutos.
Chile mejoró notablemente en el segundo tiempo, generando ocasiones que inquietaron al arquero Emiliano Martínez. Este cambio coincidió con la salida de Alexis Sánchez, cuyo bajo rendimiento en el torneo ha generado dudas sobre su titularidad. La estrategia de Gareca de formar un equipo compacto y priorizar la defensa fue efectiva ante las arremetidas argentinas, aunque las opciones ofensivas fueron escasas.
Sánchez, con amonestación previa, fue sustituido por Marcos Bolados a los 66 minutos, un cambio que reconfiguró la disposición táctica de Chile y permitió a Darío Osorio mostrar más presencia en ataque. Claudio Bravo destacó en la portería, y Rodrigo Echeverría se lució con una actuación convincente. La salida de Sánchez parece haber aliviado al equipo, permitiéndole exponer mejor sus capacidades ofensivas en el tramo final.
Con miras al decisivo encuentro contra Canadá, Gareca deberá ajustar su estrategia para asegurar la clasificación a cuartos de final, dependiendo además del resultado entre Perú y Argentina. Las esperanzas de avanzar siguen vivas, aunque el equipo y el técnico enfrentan una presión creciente para mostrar mejoras significativas en su juego.