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El presidente Joe Biden está empleando una estrategia de resistencia firme para intentar detener las deserciones dentro del Partido Demócrata. Este enfoque busca consolidar su liderazgo y evitar una fragmentación que podría debilitar su administración.
Biden ha adoptado una postura desafiante frente a las críticas internas y externas. Este método se centra en reforzar la unidad del partido en momentos clave, haciendo hincapié en la importancia de mantenerse unidos frente a los desafíos actuales.
Esta estrategia también incluye esfuerzos para reconectar con las bases demócratas, mostrando una postura firme y decidida en temas cruciales para lograr mantener cohesión y apoyo dentro del partido. La respuesta a esta táctica aún está por verse, pero es claro que Biden no está dispuesto a ceder terreno ante las tensiones internas.