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El reciente monitoreo inflacionario arroja que Argentina experimentó en junio un alza mensual de precios, marcando la primera aceleración inflacionaria desde la asunción del presidente Javier Milei. Pese a representar un desvío en la estrategia de “terapia de shock” adoptada por el nuevo mandatario, la inflación se situó por debajo de las predicciones realizadas por economistas encuestados por Bloomberg, quienes esperaban un incremento del 5,1% contra el 4,6% reportado.
La inflación interanual también presentó una leve desaceleración, ubicándose en el 271,5% según las cifras oficiales difundidas recientemente. Los incrementos en los precios fueron impulsados principalmente por los servicios públicos, tras la eliminación de subsidios que permitió a muchas familias pagar menos de un 5% del costo real por servicios como la electricidad y el gas. Esto resultó en un significativo aumento de las facturas de dichos servicios en los hogares de clase media, y la introducción de límites de consumo para los sectores de bajos ingresos aún beneficiados por subsidios gubernamentales.
En un intento por contener la inflación y mantener el respaldo popular, el presidente Milei decidió aplazar los aumentos programados para julio referentes a impuestos sobre combustibles y tarifas de servicios públicos, que potencialmente habrían añadido 1,2 puntos porcentuales a la inflación mensual. Desde su mandato, Milei ha implementado medidas de austeridad como la paralización de proyectos de obras públicas y ajustes salariales y de pensiones por debajo de la inflación, medidas que han ahondado la recesión económica con perspectivas de recuperación hacia el 2025.
Asimismo, el enfoque en la política monetaria del Banco Central adquirirá relevancia bajo estas condiciones inflacionarias. El ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó que la tasa de referencia será ajustada conforme a la inflación a partir del final de julio, cuando el Banco Central sustituirá los pases pasivos por nuevas letras del Tesoro con el fin de adoptar tipos reales positivos, sin incurrir en un desbordamiento de sus pasivos.