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Argentina ha experimentado su primer incremento mensual de la inflación en lo que va del año y la primera aceleración de precios desde que Javier Milei asumió la presidencia, lo cual marca un leve retroceso en su “terapia de shock” económica. En junio, los precios al consumidor aumentaron un 4,6% en comparación con mayo, una cifra menor a la mediana de las proyecciones de los economistas encuestados por Bloomberg, que apuntaban a un 5,1%.
Según datos gubernamentales publicados el viernes, la inflación anual se desaceleró ligeramente, situándose en un 271,5%. Los principales incrementos se registraron en los servicios públicos, después de que las facturas de electricidad y gas se dispararan en junio debido a la eliminación de importantes subsidios por parte de Milei, subsidios que durante años permitieron a la mayoría de los hogares pagar menos del 5% del costo real de la electricidad.
El gobierno ha duplicado las facturas de electricidad para los hogares de clase media y ha establecido límites para el consumo de hogares con bajos recursos, que aún reciben asistencia estatal. Con el fin de mantener el apoyo a sus votantes y controlar la inflación en julio, el líder libertario ha retrasado el incremento en los impuestos a los combustibles y las tarifas de servicios públicos, medidas que habrían añadido 1,2 puntos porcentuales a la inflación mensual, según JPMorgan Chase & Co.
La inflación mensual se ha reducido notablemente desde un máximo de tres décadas del 25,5% en diciembre al 4,2% en mayo. Esta contención ha sido posible gracias a una depreciación mensual controlada del 2% del tipo de cambio del peso, después de una devaluación inicial del 54%. No obstante, para mantener la inflación bajo control, el gobierno evita reducir el ritmo de esta depreciación, pese a evidencias de una sobrevaluación del tipo de cambio.
Desde su asunción en diciembre, Milei ha congelado la mayoría de los proyectos de obras públicas y ha permitido que los aumentos de pensiones y salarios públicos sean inferiores a la inflación. Estas medidas de austeridad han impactado negativamente en el consumo, la construcción y la manufactura, profundizando una recesión que se estima podría ser revertida en 2025.
Con el reciente alza inflacionaria, la tasa de referencia del Banco Central será un foco de atención, habiendo el ministro de Economía, Luis Caputo, declarado que ésta ya no se mantendrá por debajo de la inflación. A finales de julio, el Banco Central reemplazará los pases pasivos por nuevas letras del Tesoro, permitiendo la adopción de tasas reales positivas sin incrementar significativamente sus pasivos.