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Los recientes detalles que surgieron de las audiencias de Boeing de la semana pasada han dejado al menos una cosa clara: los problemas de fabricación de la compañía persistieron durante años a pesar de muchas señales de advertencia.
Horas de testimonios durante dos días de sesiones de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, junto con miles de páginas de documentos recientemente publicados, muestran que Boeing ha tenido dificultades con el proceso de ensamblaje del 737 Max mucho antes de que una explosión en pleno vuelo dejara un agujero en el fuselaje de un vuelo de Alaska Airlines en enero.