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“Es incompatible para mí continuar en el cargo”. Con esas palabras, Andrés Chadwick, destacado miembro de la UDI y primo del expresidente Sebastián Piñera, puso fin a una etapa el pasado miércoles a las 15 horas, comunicando su dimisión irrevocable a la presidencia de la Universidad San Sebastián (USS). Chadwick, tras una inhabilitación de cinco años en 2019, había encontrado en el ámbito académico un refugio alejado de las lides políticas. Sin embargo, el escándalo desatado por el caso Audio hizo insostenible su permanencia en la USS.
La decisión de dar un paso al costado no fue sorpresiva entre su círculo cercano. ya que varios confirman que desde agosto, cuando su nombre apareció en los chats de Luis Hermosilla, Chadwick y su equipo habían considerado su renuncia. Pese a esto, fue el lunes pasado, tras la acusación constitucional contra la ministra Angela Vivanco señalándolo como instigador del tráfico de influencias, lo que precipitó su salida de la junta directiva de la USS.
Chadwick tenía programada una reunión con Alejandro Pérez, uno de los socios controladores de la USS. Aunque no ha sido confirmado si la reunión se realizó, la presión del entorno y la controversia por los sueldos y beneficios asociados complicaban la situación. Tras comunicar su renuncia, Chadwick explicó que debía concentrar energías en defender su honor y responder agresivamente a las acusaciones que enfrenta, culminando otro capítulo en su retirada del poder.
Desde el estallido social de octubre de 2019, Chadwick ha enfrentado múltiples desafíos y polémicas, incluyendo la inhabilitación del Senado y subsiguientes investigaciones. Tras varios meses de reclusión y protección policial, su ingreso a la Universidad San Sebastián le ofreció un respiro que ahora se ve truncado por los recientes acontecimientos y su vínculo con Hermosilla, temiéndose un camino aún más turbulento en el futuro cercano.
