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La Selección Chilena enfrenta momentos críticos en su camino hacia el Mundial 2026. El pasado viernes, desde la sala de prensa de la ANFP, Ricardo Gareca dio inicio a su preparación para los decisivos encuentros contra Brasil en Santiago, y Colombia en Barranquilla. Con una nómina de 26 jugadores, algunas decisiones del técnico argentino han sorprendido y generado controversia.
La conferencia de prensa estuvo marcada por la tensión y la falta del habitual apoyo hacia el DT, especialmente tras la histórica derrota ante Bolivia. Algunas ausencias notables, como la del delantero Ben Brereton Díaz, así como la exclusión de jugadores previamente considerados fijos como Gabriel Arias y Mauricio Isla, despertaron dudas y críticas entre los presentes.
El presidente del fútbol chileno, Pablo Milad, comentó sobre la necesidad de reinventarse y la esperanza renovada en el equipo, aunque en Quilín preocupa el cambio en el discurso de Gareca. A pesar de negar problemas con Brereton Díaz y otros jugadores, sus explicaciones sobre las nuevas incorporaciones y la intención de probar diversas alternativas ofensivas dejan preguntas sin respuestas claras.
El Tigre ha incluido a varios jóvenes talentos, lo que reduce la edad promedio del equipo, pero reconoce la importancia de un esfuerzo colectivo para alcanzar los objetivos. Gareca afirma que confía en el equipo más que en individuos destacados, señalando que la cohesión será clave en el reto de clasificar al Mundial.