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Estados Unidos está enviando uno de sus sistemas de defensa antimisiles más avanzados y alrededor de 100 soldados a Israel, lo que incrementa su participación en el conflicto que se intensifica en el Medio Oriente. Esto ocurre en un contexto de expectativas por parte de EE.UU. de un inminente ataque israelí a Irán.
Esta misión representa el primer despliegue significativo de tropas estadounidenses en Israel desde que comenzó la guerra en Gaza, y se produce a escasas tres semanas de las elecciones presidenciales en EE.UU., donde el papel de la nación en el conflicto ha sido un tema divisivo en la campaña electoral.
Las autoridades estadounidenses han estado exhortando a Israel a evitar atacar sitios nucleares, petroleros y de gas en Irán, debido al temor de que esto pueda desencadenar una escalada aún mayor que desestabilice la economía global.
