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En un caluroso y húmedo Barranquilla, la selección chilena de fútbol se enfrentó a una difícil tarea al iniciar la segunda ronda de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial. Con cada partido, el objetivo de llegar a Canadá, Estados Unidos y México 2026 se siente cada vez más distante. En esta ocasión, Chile sufrió una dura derrota 4-0 ante Colombia.
El enfrentamiento contra el subcampeón de América, reconocido por su buen juego, fue un desafío aún mayor al disputarse en un ambiente de alta temperatura y humedad. Tras una serie de resultados negativos y el escándalo que envolvió a Carlos Palacios antes del juego, parecía el escenario más adverso para buscar una recuperación. A pesar de la presión existente, el técnico Ricardo Gareca hizo un solo cambio en el equipo titular que había jugado contra Brasil, introduciendo a Erick Pulgar en lugar de Esteban Pavez.
Chile salió al campo con un esquema táctico de 4-4-1-1, asignando a un solitario Eduardo Vargas la tarea de enfrentarse a los defensores colombianos. Sin embargo, el equipo chileno fue inefectivo en sus intentos por generar peligro, terminando el primer tiempo sin un solo disparo a la portería de Camilo Vargas. Mientras tanto, Colombia aprovechó una de sus más conocidas fortalezas, el balón parado, para marcar el primer gol a los 34 minutos gracias a Davinson Sánchez.
Con el marcador en contra y una evidente falta de poder ofensivo, Chile intentó realizar algunos cambios para mejorar, pero sin éxito. Los colombianos ampliaron su ventaja con un gol de Luis Díaz tras un error defensivo de Chile, seguido de otro tanto por Jhon Durán y un cuarto gol de Luis Sinisterra, validado por el VAR. A medida que los partidos avanzan, la clasificación al Mundial parece ser más una ilusión, ya que el equipo chileno sigue en el fondo de la tabla sin signos de mejora, con una racha de derrotas que se extiende por más de un año en partidos oficiales como visitante.