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El inesperado costo de la deserción de Carlos Palacios de la selección chilena ha desencadenado un conflicto con potenciales implicancias legales para Colo Colo y la ANFP. La federación notificó que Palacios no jugaría contra Unión La Calera, decisión que provocó tensiones en el club albo. Aunque el futbolista fue habilitado para el siguiente encuentro ante Palestino, las tensiones persisten.
El presidente de la ANFP, Pablo Milad, al invocar el artículo 5 del Anexo I del Reglamento de la FIFA, justificó la inhabilitación de Palacios por su salida unilateral de la concentración. Sin embargo, desde Colo Colo sostienen que la liberación fue consensuada, lo que cuestiona la medida de la federación. Para abordar la situación, el club buscó el consejo del abogado Eduardo Carlezzo, especialista en litigios deportivos.
Entre las opciones que considera Colo Colo está acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para dirimir el asunto legal y demandar una compensación por lo sucedido. El conflicto subraya las tensiones entre el club y la ANFP, que aún no se resuelven completamente, aunque la reciente autorización para el partido ante Palestino aportó una ligera tregua en la disputa. Carlos Palacios, por su parte, expresó su frustración por la situación a través de redes sociales, reiterando que su salida fue acordada.