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Durante la madrugada del lunes, mientras Colo Colo celebraba eufóricamente su victoria en Copiapó, un anuncio inesperado resonó en el entorno futbolístico chileno. Jorge Almirón, técnico del equipo, dejó caer la noticia: Arturo Vidal debía integrarse a la Selección. Esta revelación se presentó en medio de una celebración privada, confirmada por un emocionado Aníbal Mosa, dirigente de Blanco y Negro, quien aseguró que la inclusión del mediocampista elevaría el nivel del equipo nacional.
El llamado de Ricardo Gareca para Vidal no pasó desapercibido. El mediocampista se enteró de su convocatoria para los próximos encuentros contra Perú y Venezuela, una noticia que llegó como sorpresa tanto para el entorno del jugador como para los aficionados que llenaban el estadio Monumental. En el seno del club afirmaron desconocer el aviso, que se conoció al descender del vuelo desde el norte del país.
Las negociaciones para el retorno de Vidal llevaban días en curso. Gareca, a través de intermediarios, había comenzado a tantear la disposición del jugador a reanudar su participación en la selección, la cual no vestía desde su lesión contra Colombia en septiembre de 2023. Este regreso es crucial, dado que Vidal se mostraba como un crítico abierto del ciclo actual de la selección, cuestionando tanto las actuaciones como las decisiones técnicas. Sin embargo, Vidal ha expresado su disposición a dejar diferencias de lado por el bien del equipo nacional.
De cara al futuro cercano, las tensiones aún deben ser resueltas. Un próximo encuentro entre Vidal y Gareca podría ser fundamental para limar cualquier aspereza existente, siguiendo una experiencia similar a la que el técnico vivió con jugadores díscolos durante su gestión en Perú. Mientras tanto, la ANFP, encabezada por Pablo Milad, se muestra en buenos términos con Vidal, lo que podría facilitar su reintegración en el equipo.”