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El Banco Central ha decidido mantener sin cambios los requerimientos de capital para las instituciones bancarias, una medida que asegura la estabilidad financiera en el actual clima económico. Esta decisión se enmarca dentro de un esfuerzo por asegurar que los bancos estén debidamente preparados para afrontar cualquier eventualidad en el mercado.

Paralelamente, el ente regulador ha señalado nuevamente la posibilidad de un incremento en el riesgo de crédito. Esta advertencia subraya las preocupaciones sobre un hipotético deterioro en la calidad de las carteras de préstamos.

Se destaca la importancia de que las entidades bancarias continúen monitoreando de cerca sus niveles de riesgo y adopten medidas prudenciales para mitigar posibles impactos negativos. Este llamado a la cautela resalta la necesidad de gestionar adecuadamente los riesgos potenciales en el sistema financiero.