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Con 2024 acercándose a su fin, diversos gremios empresariales de Chile han evaluado el panorama económico venidero para 2025, coincidiendo en que será un año desafiante. Estos desafíos estarán marcados por un crecimiento económico limitado y la imperiosa necesidad de implementar reformas estructurales para mejorar la inversión y la productividad del país.
El seminario titulado “Proyecciones Económicas y Sectoriales 2025: Estrategias para acelerar el crecimiento en Chile,” organizado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), se centró en estas cuestiones. María Teresa Vial, presidenta de la CCS, abrió el evento señalando cómo las recientes cifras económicas han sido desalentadoras, con una inversión en declive y un mercado laboral aún muy distante de alcanzar su máximo potencial. Vial enfatizó la importancia de la cooperación entre los sectores público y privado para crear un entorno en el que las empresas puedan no solo sobrevivir, sino prosperar.
En el sector comercial, George Lever, gerente de estudios de la CCS, alertó sobre una desaceleración prevista en 2025, con un crecimiento minorista apenas estimado en el 2%, una caída respecto al 3,5% registrado en 2024. Advirtió sobre las posibles consecuencias internacionales, como las elecciones en Estados Unidos, que podrían elevar el valor del dólar y los costos de importación.
Rodrigo Mujica, director de Políticas Públicas de Sofofa, se refirió a la industria manufacturera, pronosticando un crecimiento del PIB sectorial entre 1,1% y 2,2% para 2025. Destacó la necesidad urgente de avanzar en reformas tributarias y desarrollar políticas que impulsen la productividad.
Matías Bernier, gerente de Estudios de la Asociación de Bancos (Abif), proyecta un leve aumento en el otorgamiento de créditos para 2025, un repunte modesto del 1,8% en términos reales, en un entorno con tasas de inflación alineándose con los objetivos y una TPM normalizándose.
Finalmente, en el sector de la minería, Reinaldo Salazar de la Sonami describió un escenario de producción de cobre estancado y señaló los desafíos de envejecimiento en los yacimientos y procesos burocráticos. A pesar de los desafíos, la minería sigue siendo vital, proporcionando más del 10% del PIB y contribuyendo al empleo, con iniciativas que impulsan la automatización y apoyan a la pequeña minería.
