César Burgos, exdelantero estrella del club Naval de Talcahuano, ha demostrado que la vida después del fútbol puede ser igual de exitosa. Hoy, lejos de los estadios pero no del trabajo en equipo, Burgos se desempeña como Jefe del Área de Aseo en la Municipalidad de Talcahuano, liderando un equipo de más de 100 personas en la empresa de servicios medioambientales Preserva Spa.

Un pasado lleno de goles y recuerdos

Conocido como el “Chino” Burgos, el exfutbolista dejó una huella imborrable en los hinchas del Ancla. Su paso por Naval entre 2002 y 2005 estuvo marcado por goles memorables, destacándose especialmente la campaña de 2004, cuando el equipo se mantuvo invicto durante 12 partidos y Burgos anotó 12 tantos. “Llegaba mucha gente a El Morro, sobre todo porque había clásicos contra Lota, Vial y el Conce. Fueron tiempos lindos, la gente lo recuerda”, rememora con nostalgia.

Formado en Huachipato, Burgos tuvo también pasos por Palestino, Fernández Vial y Lota Schwager antes de colgar los botines del fútbol profesional. Sin embargo, su conexión con el balón nunca desapareció, y continúa jugando en ligas amateur locales, donde recientemente se coronó campeón con el equipo El Bosque en la Liga Denavi Sur.

De los estadios a la oficina

Tras cerrar su etapa como futbolista profesional, Burgos puso en práctica una lección que su madre le inculcó desde pequeño: prepararse para el futuro. “Mi mamá siempre me decía que el fútbol no me iba a durar para siempre, que estudiara para tener otras posibilidades”, cuenta Burgos, quien tomó en serio ese consejo. Hoy, con títulos en Ingeniería en Administración de Empresas, Técnico en Logística y Operaciones, y un diplomado en Liderazgo Colaborativo, se ha consolidado en su carrera fuera de las canchas.

Desde hace 12 años trabaja en Preserva Spa, empresa dedicada a servicios medioambientales, donde lleva cinco años como Jefe del Departamento de Aseo en Talcahuano. Su rol no es menor: lidera a 101 personas en una labor clave para la comunidad.

Una vida balanceada entre la pasión y la responsabilidad

Aunque ha construido una carrera sólida lejos del fútbol profesional, Burgos mantiene viva su pasión por el deporte. Además de su actividad en el fútbol amateur, sigue vinculado emocionalmente a Naval y a las amistades que el fútbol le dejó. “Siempre ligado a esta pasión que uno tiene. Trato de abarcar todos los torneos y siempre estoy pendiente de Naval”, señala.

Con una historia que mezcla goles, estudio y liderazgo, César Burgos es el reflejo de cómo un deportista puede reinventarse y brillar fuera de las canchas, llevando consigo los valores que el fútbol le inculcó: disciplina, trabajo en equipo y esfuerzo constante.