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Elías Figueroa, icónica figura del fútbol sudamericano y mundialmente reconocido, ha revivido una de sus más memorables hazañas en Brasil, la cuna de grandes del balompié. Celebrado en tres ocasiones como el Mejor Futbolista de América, su legado se mantiene intacto, especialmente en Porto Alegre, donde brilló con sus destacadas habilidades defensivas. Recientemente, a sus 78 años, Figueroa hizo una sorprendente aparición en un evento benéfico que pretendía recaudar fondos para las víctimas de inundaciones y conmemorar el 49º aniversario de su célebre Gol Iluminado.
Durante su breve pero significativo regreso a las canchas, Figueroa se mostró emocionado y agradecido por el caluroso recibimiento y respeto, especialmente de las generaciones más jóvenes que conocen su historia por relatos familiares. Participó en el amistoso por unos 20 minutos, entre ovaciones y bajo el apoyo de otras figuras del fútbol. “Fue como volver en el tiempo. El respeto y cariño fueron abrumadores”, señaló el ex capitán de la selección chilena.
Ricardo Figueroa, su hijo, explicó que inicialmente no estaba planeado que jugara, pero la irresistible invitación del vestuario, con su camiseta y distintivo número, cambió los planes. A pesar de un inconveniente con el calzado resuelto rápidamente, su entrada al campo fue apoteósica. Acompañado de fuegos artificiales, Figueroa mostró destellos de su talento, lanzando pases precisos que levantaron al público y hasta hicieron llorar a algunos espectadores, siendo tratado como una verdadera celebridad local.
Las expectativas crecen ahora en torno a la celebración del 50º aniversario del Gol Iluminado y una posible película sobre su vida. El reconocimiento de su legado sigue siendo tan fuerte que su camiseta retro es la más vendida, y su impacto en el club permanece como una parte indeleble de su historia.