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Durante los últimos 12 meses, la ciencia y exploración espacial han alcanzado emocionantes nuevos niveles. Aprendimos que las galaxias son mucho más grandes de lo que pensábamos, cómo Europa está construyendo su nuevo cohete insignia Ariane 6, y qué efectos tiene el quedar varado en el espacio sobre el cuerpo de un astronauta. La primera astronauta alemana también pronto se dirigirá al espacio. El 2025 promete ser igual de emocionante, pero, ¿qué podemos esperar?
Suni Williams y Butch Wilmore tienen previsto regresar a la Tierra en marzo. Los dos astronautas fueron dejados en la Estación Espacial Internacional (EEI) en junio de 2024 debido a problemas de propulsión con su nave espacial, lo que extendió su misión de ocho días. Aunque no están técnicamente “abandonados”, ya que hay viajes regulares de tripulación y suministros que podrían traerlos de regreso más tarde, los astronautas se vieron obligados a extender su estancia en la EEI de dos semanas a, como mínimo, nueve meses. Después se unieron a la misión Crew-9 de SpaceX, lanzada para traerlos de vuelta a casa. Crew-9 se planeaba inicialmente para regresar a la Tierra en febrero, pero la NASA anunció en diciembre que retrasará el lanzamiento de Crew-10, postergando el regreso a marzo.
El 2025 será también el año en que la Agencia Espacial Europea (ESA) comience a analizar los ecosistemas terrestres desde el espacio. La misión FLuorescence EXplorer (FLEX) proporcionará mapas globales de la salud y estrés de las plantas. FLEX tiene una vida útil de 3 años y medio desde su lanzamiento. El satélite incluirá nuevos instrumentos capaces de medir la actividad fotosintética desde el espacio por primera vez. El instrumento FLORIS, medirá la fluorescencia de la vegetación para registrar la fotosíntesis a gran escala y proporcionar una mejor comprensión de cómo los ecosistemas vegetales afectan el ciclo global del carbono. Otra misión de la ESA en 2025 analizará los bosques terrestres. La misión Biomass medirá el estado de nuestros bosques y cómo están cambiando. Los resultados de ambas misiones podrían ayudar a informar políticas sobre la protección del cambio climático, la gestión agrícola y la seguridad alimentaria.
El 2025 será crucial para el retorno humano a la luna planificado por la NASA como parte del programa Artemis, pero no se lanzarán cohetes. En lugar de eso, los entusiastas espaciales seguirán el progreso de la NASA en pasos clave para la misión Artemis II. En 2022, Artemis I probó con éxito un vuelo no tripulado de Orión en la órbita lunar. Artemis II busca poner una tripulación a bordo en 2026 y Artemis III quiere devolver humanos a la superficie lunar por primera vez desde 1972. La misión Artemis II estaba programada para finales de 2025, pero se ha aplazado hasta abril de 2026 para solucionar problemas detectados en su primer vuelo. El retraso también ofrece a los socios comerciales SpaceX y Axiom Space tiempo para cumplir hitos en el desarrollo del módulo lunar Starship y nuevos trajes espaciales. Los astronautas usarán la instalación LUNA en Alemania para prepararse para futuros viajes a la superficie lunar.
