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El fallecido cineasta David Lynch dejó un legado cinematográfico caracterizado por una singular perspectiva autoral. Con un Oscar honorífico que celebra su notable trayectoria, críticos destacan cuál consideran su obra más sobresaliente. Sin embargo, esta joya no está disponible actualmente en plataformas de streaming.

En el largometraje, Alvin Straight, interpretado por Richard Farnsworth, es un anciano con problemas de salud que reside en Iowa junto a su hija discapacitada, interpretada por Sissy Spacek. A pesar de sus dolencias, emprende un viaje de casi 500 kilómetros hacia Wisconsin, al enterarse que su hermano distanciado (Harry Stanton) ha sufrido un infarto. Su único medio de transporte: una cortacésped. Este relato, que probablemente escapa al radar para muchos, destaca por su simpleza y humanidad. Según Antonella Estévez, esta película demuestra cómo Lynch puede sorprender incluso en la sencillez.

En otro rincón del universo Lynch, “Terciopelo Azul” es nombrada por el crítico Rodrigo González como la obra que capturó las inquietudes del director, exponiendo un lado oculto del sueño americano. Antonio Martínez coincide al describirla como una mezcla de luz y oscuridad, donde Lynch introduce a actores como Dennis Hopper en papeles únicos que desafían lo convencional.

No obstante, la esencia de David Lynch trasciende títulos específicos. Como lo describe Alejandra Pinto, su cine es una extensión de su arte visual y escultura, ofreciendo imágenes que expanden lo real y lo surreal. Sus películas abren la puerta a mundos complejos que existen más allá de nuestra comprensión inmediata, resonando profundamente en la psique humana.