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El mito del rock nunca envejece, dice la sabiduría popular. Black Sabbath, una banda con una historia llena de altibajos, está a punto de poner un punto final a su legendario recorrido. A 55 años de su debut, planean una despedida en su ciudad natal, Birmingham, con su alineación original que incluye a Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, programada para el 5 de julio. Este evento marcará también el adiós de Osbourne de los escenarios, dado su delicado estado de salud.
Esta formación clásica es la responsable de algunos de los discos más icónicos de Black Sabbath, con temas legendarios como “War Pigs” y “Children of the Grave”. No obstante, su historia está jalonada de encuentros y desencuentros. La primera vez que Ozzy Osbourne se despidió de la banda fue en 1979, siendo reemplazado por Ronnie James Dio. En aquel entonces, Sabbath enfrentaba un descenso en su popularidad y la presión del auge punk. A pesar de sus esfuerzos por innovar con álbumes como “Technical Ecstasy” y “Never Say Die!”, las tensiones internas eran palpables.
A medida que los años pasaron, la separación y el reencuentro se convirtieron en una constante en la historia de Black Sabbath. En el Live Aid de Filadelfia de 1985, la formación original se reunió en un breve encuentro. Sin embargo, no fue hasta 1997 que volvieron a tocar juntos en el Ozzfest, para después grabar “Reunion”. No obstante, las desavenencias continuaron, especialmente con el baterista Bill Ward, lo que llevó a una serie de reemplazos y la eventual inclusión de Tommy Clufetos y Brad Wilk en distintas etapas de la banda.
Con el paso del tiempo, las giras y las enfermedades de sus miembros fueron moldeando el destino del grupo. Aunque Black Sabbath anunció un final definitivo a su carrera en 2017, el legado de su música sigue influyendo a generaciones de bandas, desde Soundgarden hasta Gojira. En 2022, Ozzy Osbourne y Tony Iommi compartieron el escenario una vez más en los Juegos de la Commonwealth, evidenciando que el impacto de Sabbath perdura, aunque su capítulo final parece ahora inevitable.