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En una noche que se asemejó más a un paseo que a un desafío competitivo, la selección chilena arrolló a Panamá con un contundente 6-1 en un partido amistoso. A pesar de que el ranking FIFA muestra a Panamá en una posición superior a Chile, ambos equipos presentaron alineaciones incompletas, lo que dejó a Chile con un inesperado camino despejado hacia una victoria aplastante.
El año 2025 comenzó para Chile con una demostración de poderío en el Estadio Nacional, que sirvió de vitrina para las variantes tácticas que podría utilizar Ricardo Gareca en las próximas eliminatorias sudamericanas. El equipo chileno, mayoritariamente compuesto por jugadores de Colo Colo y Universidad de Chile, comenzó el partido con una rapidez arrolladora: al minuto dos ya estaban en ventaja, y para el minuto cinco, la diferencia se había duplicado.
Destacó la actuación de Nicolás Guerra, quien se convirtió en la figura del partido al anotar un triplete en su debut con la selección nacional. Cada incursión ofensiva chilena parecía destinada a aumentar el marcador, reflejando no solo el avasallador control del balón chileno sino también la debilidad de la defensa panameña. La goleada se consumó con goles de debutantes como Ariel Uribe y Steffan Pino, coronando una noche inolvidable para la Roja y dejando conclusiones positivas de cara a los retos futuros.