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Desde antes del inicio del encuentro, estaba claro que Dione Rissios marcaría un hito en el arbitraje chileno. Esta jueza de 36 años fue seleccionada para dirigir el partido entre Colo Colo y Unión San Felipe, correspondiente a la tercera jornada de la fase de grupos de la Copa Chile, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo para la plantilla masculina del Cacique. Acompañada por los asistentes Claudio Urrutia, Manuel Marín y Mathias Riquelme, su participación generó expectativas.
Previo al encuentro, el director técnico de Colo Colo, Jorge Almirón, expresó su entusiasmo por la asignación de Rissios y le deseó éxito: “Fue cuarto árbitro en el partido anterior contra Limache. Estoy contento por su designación y espero que tenga un buen partido. Las reglas son las mismas, nosotros la ayudaremos y la respetaremos”. Sin embargo, el juego reveló momentos difíciles que no estuvieron en el guion.
El primer incidente ocurrió a los 10 minutos cuando una jugada fue interrumpida inesperadamente porque el balón impactó a Rissios, provocando el enojo del capitán colocolino, Esteban Pavez. Minutos después, una infracción provocó enfrentamientos entre los jugadores de ambos equipos, desatando un ambiente hostil que la jueza tuvo que controlar con firmeza.
El encuentro mantuvo la tensión, particularmente con la expulsión de Claudio Aquino a los 89 minutos, siguiendo la sugerencia del cuarto árbitro. La reacción del equipo local fue de frustración y crítica hacia Rissios. No obstante, al concluir el partido, se evidenció una muestra de deportividad cuando varios jugadores se acercaron para saludar a la jueza, marcando un cierre cordial a una tarde llena de desafíos para ella.