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En diciembre, se ha observado una notable aceleración en el número de despidos por motivos empresariales, culminando un año en que estos alcanzaron niveles no vistos desde 2020. La cifra refleja las difíciles condiciones a las que se han enfrentado las organizaciones en los últimos meses.
Distintas industrias han reportado un incremento en las desvinculaciones, una medida que muchas han justificado como necesaria para afrontar desafíos económicos persistentes. El fenómeno no sólo afecta a sectores específicos, sino que parece extenderse de manera generalizada.
Analistas señalan que este patrón podría tener repercusiones significativas en el mercado laboral, influyendo tanto en la confianza de los empleados como en la estabilidad económica de las familias afectadas. La tendencia ha despertado preocupación entre guías económicos y representantes laborales, que ven con incertidumbre el inicio del próximo año.