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Después de reunirse con negociadores rusos para discutir el futuro de la guerra en Ucrania, el Secretario de Estado Marco Rubio señaló un reinicio dramático en las relaciones con el Kremlin, destacando “las increíbles oportunidades que existen para colaborar con los rusos”. Sin embargo, horas más tarde, el Sr. Rubio buscó tranquilizar a los aliados europeos nerviosos de que las conversaciones no representaban un cambio abrupto en las políticas estadounidenses, como muchos temían.

Según el Sr. Rubio, las conversaciones de esta semana en la capital de Arabia Saudita, Riad, fueron el primer paso en un proceso, una prueba para determinar si el Kremlin estaba realmente interesado en llegar a un acuerdo, comentó en una llamada con varios diplomáticos europeos.

Los funcionarios europeos no estaban seguros de cómo interpretar la evaluación moderada del Sr. Rubio, que llegó en un momento en el que los líderes del continente luchaban por entender la aparente renovación de la relación entre Washington y Moscú.