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El reciente aplazamiento del encuentro que enfrentaría a Universidad de Chile con Unión Española este lunes generó malestar entre los directivos de los laicos. Cecilia Pérez, vicepresidenta de Azul Azul, junto al entrenador Gustavo Álvarez, quien señaló la necesidad del equipo de competir, criticaron fuertemente las decisiones de las autoridades por los distintos criterios aplicados para aprobar sus partidos.

En declaraciones a La Magia Azul, Pérez exculpó a Unión Española y a la ANFP de la dilación del enfrentamiento, ya que el estadio Santa Laura no estaba disponible por problemas en el césped y mantenimiento de sus luminarias, mientras que el estadio Bicentenario de La Florida estaba reservado por el municipio para otra actividad.

Pérez llamó al nuevo ministro del Interior, Álvaro Elizalde, a tomar las medidas necesarias y cuestionó la actuación de José Orrego Ramírez, delegado de Quillota, por no haber permitido que el partido se jugara en La Calera. “Siendo un problema comprensible para Unión Española, no entiendo por qué no se optó por La Calera. Parece que el que menos trabaja es el que impone las reglas, perjudicando a los hinchas”, afirmó.

Además, Pérez pidió al gobierno la implementación de un protocolo uniforme para todo el país. En un contexto deportivo complicado, con una reciente derrota ante Cobresal que evidenció falencias ofensivas del equipo, Álvarez indicó que buscaría soluciones en ataque, considerando posibles alteraciones en la alineación como incluir a Lucas Di Yorio desde el inicio del juego.