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Actualmente, el mundo de los más jóvenes dista mucho de aquel que conocieron sus progenitores. Una escena de la serie “Adolescence”, producida por Netflix, ilustra lo marcado de esta diferencia. En el segundo episodio, el inspector Luke Bascombe, interpretado por Ashley Walters, visita una escuela secundaria mientras investiga el supuesto asesinato de una estudiante a manos de Jamie Miller, un chico de 13 años. A través de las interacciones de estos jóvenes en Instagram, el inspector asume una relación amistosa, o incluso romántica, hasta que su propio hijo le revela una realidad completamente distinta.

Descubre que los mensajes que aparentemente parecían inofensivos, habían soslayado significados de acoso disfrazados tras emojis. Este desenlace deja en evidencia el desconocimiento de los adultos sobre las ideologías que los jóvenes enfrentan hoy día, cruciales en la serie “Adolescence”, que desde su lanzamiento ha inspirado debates acerca de la percepción de los hombres jóvenes respecto a las mujeres, el influjo de la cultura incel, y el rol de los smartphones, entre otros temas.

La serie británica, bajo el formato de miniserie criminal, ofrece una introspección a los factores que podrían desencadenar acciones atroces en adolescentes, exponiendo que las respuestas no son simples. En palabras del cocreador de la serie, Jack Thorne, la inspiración para abordar estos temas provino de una inquietante realidad de violencia y odio creciente, visible desde su entorno cotidiano. La narrativa busca empoderar a los espectadores, especialmente a los padres, en la comprensión de las complejas realidades digitales que afectan a sus hijos.