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Las bandas icónicas que han dejado una marca indeleble en la memoria colectiva, a menudo desatan un fervor inigualable, especialmente cuando se las escucha por primera vez. La audiencia del Movistar Arena en Santiago, durante el único concierto en solitario de Tool en América del Sur, vivió intensamente estas emociones. La pasión y el asombro se mezclaron para experimentar en vivo a uno de los grupos más influyentes del rock. Esta noche quedará grabada en la memoria de todos los asistentes.
Con cada asiento ocupado y estrictas instrucciones de no utilizar cámaras de celulares, el espectáculo comenzó a las 21:03 horas con un poderoso estruendo sonoro. La actuación de Tool rompió las expectativas, con un espectáculo visual y auditivo que envolvió a la sala en un ambiente casi onírico. Las luces y efectos visuales extraordinarios sumergieron al público en un viaje inspirado en ciencia ficción, mientras absorbían las complejidades musicales de la banda.
El bajista Justin Chancellor y el guitarrista Adam Jones desafiaron las convenciones tradicionales de sus instrumentos, mientras el baterista Danny Carey capturó la atención con su estilo inusual y la poderosa ejecución de su gigantesca batería. La voz de Maynard James Keenan, a sus 60 años, sigue provocando un abanico de emociones, evidentes a medida que el público respondía con vítores a cada quiebre musical. Aunque Tool ofrece una experiencia incomparable, la repetición de sus complejas estructuras puede ser notoria. Aun así, su actuación sigue cautivando y redefiniendo el panorama musical.