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En julio de 1970, Quilapayún, con sus inconfundibles ponchos negros, debutó la Cantata Santa María de Iquique en el histórico teatro La Reforma, hoy sala Isidora Zegers. Eduardo Carrasco, uno de los fundadores del grupo, rememora cómo este lugar, gestionado por el Instituto de Extensión Musical de la Universidad de Chile, proporcionaba un espacio para la difusión musical del Conservatorio. El estreno fue revelador, pues la obra presentó una fuerza dramática inusual para la época en Chile y América Latina, lo que atrajo atención internacional.
Con motivo de sus 60 años, Quilapayún emprenderá una nueva gira nacional interpretando la Cantata, una obra perenne y muy apreciada por su público. Según Carrasco, esta pieza ha permanecido en su repertorio por su valor clásico y su capacidad de integración social. Además, destaca la versión original con narraciones de Héctor Duvauchelle por su vigor escénico. La obra, inspirada en la masacre de la Escuela Santa María en 1907, mantiene relevancia actual, con un mensaje de unión frente a las tensiones globales contemporáneas.
La agrupación, rejuvenecida con las voces de nuevos integrantes, también está preparando una interpretación de la Cantata con paridad de género, reflejando las tendencias actuales. Carrasco afirma que aunque el paso del tiempo impone desafíos vocales, el propósito y legado del grupo permanecen intactos. En el marco de la gira, Quilapayún se presentará en varias ciudades chilenas, reafirmando su posición como pilar de la música comprometida.