Fuente de la imagen: nyt.com
El autoproclamado “día de liberación” del presidente Trump, en el que anunció aranceles generales a los socios comerciales de Estados Unidos, recuerda a otro momento en el que una economía occidental avanzada levantó barreras en torno a sí misma. Al igual que el Brexit, la votación fatal de Gran Bretaña hace casi nueve años para abandonar la Unión Europea, los aranceles del Sr. Trump golpearon duramente el orden establecido. Está sacando a Estados Unidos de la economía global de la misma manera que Gran Bretaña se retiró de un bloque comercial a nivel continental, en lo que sus defensores consideraron un acto de liberación comparable.
El impacto del movimiento de Trump está resonando aún más ampliamente, dada la mayor tamaño de la economía estadounidense y su lugar en el centro del comercio global. Sin embargo, al igual que con el Brexit, su impacto final es incierto: Trump aún podría dar marcha atrás, amedrentado por los mercados en caída libre o tranquilizado por acuerdos puntuales. Más importante aún, los economistas dicen que el auge del libre comercio puede ser irreversible, sus beneficios son tan poderosos que el resto del mundo encuentra la manera de mantener el sistema en marcha, incluso sin su jugador central. A pesar de los contratiempos en la liberalización del comercio y las quejas expresadas en las acciones de Trump, las barreras siguen cayendo.
.