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Los gustos futbolísticos de los presidenciables chilenos son variados y muestran la pasión y la lealtad que sienten por sus equipos. Algunos han cambiado de club en varias ocasiones, otros han desafiado a sus familias al elegir un equipo distinto, y algunos han optado por apoyar a más de un equipo.
Desde la “díscola” Carolina Tohá, hincha de Colo Colo en una familia de seguidores de la Universidad de Chile, hasta el aficionado a San Marcos de Arica, Vlado Mirosevic, que demuestra su apoyo incondicional al equipo nortino, cada candidato revela un vínculo especial con el fútbol.
Entre colocolinos, cruzados, y seguidores de equipos regionales, los aspirantes a La Moneda muestran que, al igual que en la política, en el fútbol también hay espacio para la diversidad de opiniones y preferencias.
