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Los aranceles impuestos por el presidente Trump a China están amenazando la Navidad. Fabricantes de juguetes, tiendas de niños y minoristas especializados están deteniendo pedidos para las fiestas de invierno mientras los impuestos por importación se abren camino a través de las cadenas de suministro. Las fábricas en China producen casi el 80 por ciento de todos los juguetes y el 90 por ciento de los bienes navideños vendidos en Estados Unidos.
La producción de juguetes, árboles de Navidad y decoraciones suele estar en pleno apogeo en este momento. Se necesitan de cuatro a cinco meses para manufacturar, empaquetar y enviar productos a Estados Unidos. Los aranceles del 145 por ciento impuestos por el Sr. Trump han causado un marcado aumento en los costos para las compañías estadounidenses.
La mayoría de los empresarios que han compartido sus planes con The New York Times aún no han cancelado sus pedidos. Esperan que el presidente retroceda en su política arancelaria. Sin embargo, la alarma en la industria es palpable, con las compañías predicciendo escasez de productos y precios más altos. Algunos dueños de negocios, argumentando lo crucial que son las ventas navideñas para sus balances, están consultando abogados de bancarrota.