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Warren E. Buffett ha estado a la vanguardia del capitalismo estadounidense durante décadas como director ejecutivo de Berkshire Hathaway, el conglomerado que construyó en un coloso de $1.1 billones.
Para finales de año, se está preparando para renunciar a ese cargo. Buffett dijo en la reunión anual de accionistas de Berkshire el sábado que planea pedir a la junta directiva de la compañía que apruebe que Gregory Abel, su heredero designado, sea nombrado director ejecutivo para fin de año.
Buffett, de 94 años, le dijo a las decenas de miles de accionistas de Berkshire en la reunión en Omaha que Abel tendría “la última palabra” en lo que respecta a las operaciones de la empresa, cómo invierte y más. Sin embargo, Buffett agregó que “todavía estaría cerca y posiblemente ser útil en algunos casos”. Permanecerá como presidente de Berkshire, pasando ese cargo a su hijo Howard Buffett a su fallecimiento, y sigue siendo el mayor accionista de la compañía, con una participación de aproximadamente el 14 por ciento que vale alrededor de $164 mil millones.