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A medida que la comunidad internacional enfrenta nuevos desafíos geopolíticos, las proyecciones del Banco Central de Chile respecto al cobre, el principal bien de exportación del país, han captado ampliamente la atención. La preocupación se centra no solo en las tarifas reciprocas establecidas por Donald Trump en abril y las posibles tarifas especiales al cobre, sino también en la creciente incertidumbre por los recientes conflictos mundiales.

Según el Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central, la situación económica es más favorable de lo esperado, a pesar del entorno internacional complicado. Se espera un crecimiento moderado del PIB chileno para 2025, con riesgos de inflación atenuados y un incremento en la inversión. Sin embargo, se observó una baja creación de empleo y un alza en los costos laborales. El precio del cobre se proyecta en un promedio de US$4,3 por libra entre 2025 y 2027, cifras que se mantienen desde marzo, a pesar de los cambios en el escenario global, incluidos los avances del conflicto entre Israel e Irán.

El informe del Banco Central destaca que las tensiones comerciales globales han impactado los precios de las materias primas de manera desigual, manteniendo el precio del cobre estable gracias a una acumulación de inventarios en Estados Unidos y expectativas de crecimiento en China. Además, las crecientes tensiones geopolíticas han incrementado la demanda de cobre debido a un mayor gasto en defensa y almacenamiento estratégico, según explicó Rosanna Costa, presidenta del Banco Central. Expertos destacan que esta demanda adicional es una de las razones por las que el precio del cobre muestra resiliencia, a pesar de los factores que tradicionalmente lo habrían afectado negativamente.