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La boda de Jeff Bezos y Lauren Sanchez se ha convertido en uno de los eventos más comentados del año, caracterizado por su naturaleza tanto pública como reservada. El pasado viernes, tras una celebración de tres días, la pareja llevó a cabo su ceremonia en la histórica isla de San Giorgio Maggiore, localizada en el sestiere de San Marco en Venecia. Este lugar fue seleccionado cuidadosamente no solo por su esplendor arquitectónico, sino también por la privacidad que ofrece. Cerca de 200 invitados, entre los que destacaban figuras de renombre como Oprah Winfrey, los miembros de la familia Kardashian-Jenner, Bill Gates y Usher, fueron vistos dirigiéndose a la celebración en taxis acuáticos, sin embargo, la discreción prevaleció gracias a un acuerdo de no divulgar imágenes en redes sociales.
A pesar de la reserva, el evento no escapó a la atención mediática. La revista Vogue publicó una portada digital donde revelaron el vestido de Lauren Sanchez, diseñado a medida por Dolce & Gabbana, el cual habría tomado alrededor de año y medio en completarse. El atuendo nupcial contaba con detalles elaborados, incluyendo encaje, un corsé y 180 botones forrados en seda. Luego, durante la noche, Sanchez sorprendió con dos cambios adicionales de vestuario: un vestido inspirado en la película “Gilda” de 1946 y un vestido de cóctel adornado con 175,000 cristales de Oscar de la Renta.
La elección del lugar fue también estratégica debido al contexto social. La pareja debió ajustarse a las protestas de residentes de Venecia, quienes se quejaban de la “toma” de la ciudad por millonarios. A pesar de las manifestaciones, el evento se llevó a cabo con éxito. Las actividades relacionadas con la boda generaron una significativa reactivación económica para la ciudad, contribuyendo con casi el 68% de la facturación turística anual en un solo fin de semana, según estimaciones locales. Aunque se desconoce si la pareja se casó legalmente durante este evento, se reporta que los anillos fueron intercambiados de manera simbólica.