El tenista serbio Novak Djokovic continúa demostrando por qué es uno de los grandes favoritos en cada torneo en el que participa, incluso cuando enfrenta obstáculos físicos y emocionales. En el reciente torneo Master 1000 de Shanghái, Djokovic volvió a evidenciar su carácter y resistencia al superar una serie de dificultades durante su partido de octavos de final.
En un enfrentamiento que despertó atención y preocupación por las molestias físicas del jugador, Djokovic se midió al joven español Jaume Munar en una batalla que duró aproximadamente dos horas y 40 minutos. A pesar de presentar lesiones visibles en su tobillo izquierdo, que requirieron atención médica en varias ocasiones, el jugador conquistó la victoria tras un partido intenso y lleno de altibajos.
El encuentro inició con Djokovic mostrando su experiencia y liderazgo, acomodándose rápidamente en el primer set y llevándose la victoria con un 6-3. Sin embargo, Munar, debutante en esta instancia de un Masters 1000, no se rindió y logró igualar la situación en el segundo capítulo de la confrontación, en una batalla feroz que se extendió durante más de una hora. La tenacidad del joven español fue notable, logrando llevarse el segundo set con un marcador de 7-5.
Durante el segundo set, Djokovic pareció desplomarse físicamente, evidenciado por signos claros de agotamiento y episodios de vómito, que generaron preocupación entre los espectadores e incluso hubo momentos en que pareció colapsar en la cancha. Este desgaste, sumado a las molestias en su tobillo, no impidieron que el serbio reaccionara dramáticamente en el set decisivo.
La reacción del número cinco del mundo fue contundente y estratégica. En el tercer set, Djokovic empezó concentrado, logrando un quiebre temprano que le otorgó ventaja, y cerró el partido en menos de tres horas con un 6-2 en ese último capítulo. La determinación y la fortaleza mental del jugador le permitieron dominar en los momentos cruciales, gestionando la presión y el dolor con autoridad.
Las intervenciones médicas entre sets fueron frecuentes, y los signos de agotamiento en Djokovic no pasaron desapercibidos. A pesar de ello, su experiencia y capacidad de resiliencia le permitieron sobreponerse y avanzar a los cuartos de final, donde se enfrentará al belga Zizou Bergs, quien sorprendió a todos al eliminar al canadiense Gabriel Diallo.
Con esta victoria, Djokovic logra un nuevo récord en su carrera: es la undécima vez que llega a los cuartos de final en Shanghái, superando su propia marca y convirtiéndose en el jugador más longevo en alcanzar esta instancia en el torneo, con 38 años y cuatro meses. Este dato no solo refleja su longevidad deportiva, sino también su capacidad para mantener un nivel competitivo de élite, haciendo frente a las adversidades con una mentalidad inquebrantable.
El próximo desafío del serbio será contra Zizou Bergs, en una serie que promete ser emocionante, considerando el momento de forma de ambos jugadores. Además, Djokovic busca sumar su título número 101 en su carrera profesional y conquistar su cuarto trofeo en Shanghái, lo que le permitiría consolidarse como el tenista con más títulos en pista dura en la historia del tenis.
Este resultado reafirma que, a sus 38 años, Novak Djokovic continúa siendo un rival imbatible y un ejemplo de perseverancia, demostrando que en el deporte, como en la vida, la resistencia y la determinación son clave para superar obstáculos y alcanzar metas.