El impacto de la retirada abrupta de ayuda de Estados Unidos en África se hizo sentir casi instantáneamente. Las órdenes de ‘detener trabajo’ paralizaron programas de salud que salvan vidas y proyectos de investigación médica, mientras que suministros críticos, alimentos de emergencia, anticonceptivos y medicamentos para la prevención del VIH, que estaban en almacenes y centros de distribución, se estaban echando a perder en el olvido. A más de ocho meses, los funcionarios de salud reportan un aumento en infecciones mortales provocadas por la escasez de medicamentos, kits de prueba y otros insumos médicos, incluyendo un nuevo brote del virus del ébola en la República Democrática del Congo que ya ha causado varias decenas de muertos. Aunque algunos países como Nigeria han intentado llenar la brecha de financiamiento, destinando más de su presupuesto a la atención médica, las autoridades expresan su preocupación de que no sea suficiente.
