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La supermayoría conservadora de la Corte Suprema mostró su poder con firmeza este período, dejando de lado un precedente de 40 años para limitar la autoridad reguladora de las agencias federales.
Además, en una decisión que alteró el caso federal del 6 de enero contra Donald Trump, la Corte amplió el poder presidencial, lo que casi con certeza retrasará el juicio hasta después de las elecciones de noviembre.
Estas acciones reflejan un claro movimiento de la Corte hacia la derecha, en un contexto de fuerte división entre los jueces.