SEÚL — De regreso en su país, Dustin Nippert lanzaba una recta poderosa y tuvo una carrera prometedora, pero no logró consolidarse en la Major League Baseball. Austin Dean, como jardinero, pasaba de Triple-A a las Grandes Ligas de manera intermitente. Jameel Warney, que jugaba como pívot con movimientos sólidos en la zona interna, simplemente no encajaba en la NBA.
Los tres abandonaron Estados Unidos para seguir con sus carreras deportivas profesionales en Corea del Sur. Cada uno ha tenido varias temporadas exitosas, ha conquistado campeonatos y ha recibido premios.
Todos ellos tomaron un riesgo al irse a Corea. La decisión ha sido fructífera, permitiéndoles mantener vivo el sueño de jugar en altos niveles, incluso tras no tener estabilidad en su país natal. La experiencia ha sido enriquecedora personal y profesionalmente, y les ha brindado nuevas perspectivas y oportunidades en el deporte.
Dustin Nippert, ex lanzador de los Medias Rojas de Boston y de otros equipos en Japón y Estados Unidos, declaró que “es cuestión de estar abierto a cambios y adaptarse rápido. Los que tienen éxito aquí son los que están dispuestos a hacer ajustes y aprender del entorno”. Añadió que “si uno rinde bien, las organizaciones surcoreanas se encargan de cuidarlo y apoyarlo”. También confesó que, aunque alguna vez tuvo dudas, no se arrepiente de haberse mudado.
Por su parte, Austin Dean, quien jugó en varias ligas menores, dice que “la clave ha sido mantener una mentalidad positiva. Aquí, hay mucho respeto por el trabajo y la dedicación. Si te esfuerzas, te dan la oportunidad”. La vida en Corea le ha permitido no solo fortalecer su nivel, sino también aprender sobre una cultura diferente y el respeto por el deporte.
Jameel Warney, que ha sido campeón en la Liga de Baloncesto de Corea, comenta que “el talento se valora mucho, pero también la actitud y la adaptabilidad. El hecho de haber venido con la mente abierta, aceptar la cultura y el idioma, ha sido fundamental”. Asegura que “no solo es un trabajo, es una experiencia de vida”.
Estos ejemplos muestran que, en el mundo del deporte y en la vida, arriesgar puede traer recompensas inesperadas. Para aquellos que estén pensando en seguir sus sueños en el extranjero, estos deportistas aconsejan: “No tener miedo a lo desconocido, escuchar a quienes ya están aquí, y confiar en que el esfuerzo vale la pena”.
Su historia es un testimonio de valentía y perseverancia, que demuestra que el éxito no siempre llega en el camino tradicional, sino que a veces transitar fuera de la zona de confort puede ser la clave para alcanzar nuevas alturas. La pasión por el deporte, el espíritu de aventura y la disposición a aprender de otras culturas les ha permitido a estos atletas convertir un riesgo en un gran logro.