El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, anunció tarde el lunes que se había escondido en un lugar no divulgado por temor a su seguridad, después de semanas de protestas contra el gobierno que han escalado en violencia. En un video en línea de 26 minutos, Rajoelina rechazó las llamadas crecientes a su renuncia y buscó diálogo “para encontrar una salida a esta situación”, según la información de la Agencia AP.
En la grabación, el mandatario reafirmó su resistencia y buscó propuestas para salir de la crisis, mientras las protestas en la capital, Antananarivo, continúan con intensidad. La tensión aumentó tras semanas de movilizaciones masivas lideradas por jóvenes, que ayer se tornaron mortales, dejando al menos 22 muertos.
La crisis estalló cuando grupos de ciudadanos jóvenes exigieron cambios políticos y criticaron la corrupción y el autoritarismo del gobierno. Las protestas se intensificaron, y el ejército y la policía respondieron con fuerza, aunque algunos sectores del aparato militar comenzaron a deslizar su apoyo a los manifestantes.
El presidente, en su comunicado, expresó que está dispuesto a dialogar y buscar una solución pacífica, pero también advirtió que solo la estabilidad y la seguridad nacional son prioridades. La comunidad internacional y las organizaciones regionales han llamado a la calma y a la apertura de negociaciones.
Mientras tanto, en las calles, la incertidumbre persiste. Los manifestantes continúan en las plazas y en las calles principales, demandando la dimisión de Rajoelina y la instauración de un gobierno de transición. La situación se mantiene tensa, y algunos analistas advierten que el país podría estar al borde de un conflicto civil si no se logra encontrar una salida diplomática.
Este enfrentamiento se produce en medio de una grave crisis económica y social, situación agravada por la pandemia del COVID-19 y la corrupción generalizada. La comunidad internacional ya ha expresado su preocupación y ha instado a las partes a retomar el diálogo para evitar una mayor inestabilidad.
Se espera que en las próximas horas se den nuevos desarrollos. La comunidad internacional continúa monitoreando la situación, y la esperanza de que prevalezcan la calma y las negociaciones para restablecer la paz en Madagascar.
