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El futuro de Gonzalo Tapia se ha convertido en una preocupación para Universidad Católica. El delantero tiene contrato hasta diciembre y ya ha comunicado al club su decisión de no renovar. Esta situación representa un gran problema para los cruzados, ya que Tapia es uno de los jugadores más destacados del equipo. Tras un 2023 discreto, bajo la dirección del técnico brasileño Tiago Nunes, Tapia ha resurgido, especialmente después de ser cambiado de posición, lo que ha mejorado su rendimiento significativamente.
Gracias a esta mejora, el equipo ha superado las dudas del proceso de Nicolás Núñez y ha avanzado en la pelea por el campeonato, especialmente después de ganar el Clásico Universitario contra la U. A pesar de haber desaprovechado dos oportunidades de llegar a la cima, aún dependen de sí mismos para alcanzar el título, algo que parecía improbable al inicio de la temporada. Tapia, con 22 años, ha sido uno de los grandes beneficiados con la llegada de Nunes, y sus estadísticas lo demuestran; ha anotado ocho goles (seis en liga y dos en Copa Chile) y proporcionado tres asistencias, convirtiéndose en el segundo máximo goleador del equipo, solo por detrás de Fernando Zampedri.
La sorpresa es que en un principio se consideró enviarlo a préstamo a Ñublense, pero ahora es una de las principales figuras de la liga. Sin embargo, su futuro está en el aire y la UC enfrenta un dilema: venderlo ahora y recuperar algo de dinero, aunque se debilite el equipo en plena competición, o dejarlo ir libre en diciembre, no recibiendo ninguna compensación económica por su salida. Además, su desempeño ha atraído el interés de clubes de Brasil y Países Bajos, interesados no solo por su calidad y proyección, sino también por su bajo costo debido a su contrato próximo a expirar.
El técnico Nunes ha señalado que no ha recibido propuestas oficiales por Tapia, aunque reconoce que su buen rendimiento podría generar interés. La eventual salida de Tapia sería un golpe duro, sobre todo considerando que no podrán fichar un reemplazo debido a que el mercado de pases está cerrado y otro jugador clave, Alexander Aravena, también ha dejado el equipo. Con once jornadas restantes y ocupando el segundo lugar en la tabla, a solo dos puntos de la U, la situación es crítica.
Universidad Católica ha intentado renovar el contrato de Tapia en varias ocasiones, pero las ofertas no han sido satisfactorias para el jugador. Situaciones previas, como la posibilidad de un préstamo, reflejan que su rendimiento actual ha sido inesperado. En las últimas semanas, han recibido tres ofertas por él, una de las cuales alcanza el millón de dólares por el 70% de su pase. No obstante, en la UC prefieren esperar, ya que su salida podría impactar negativamente en las aspiraciones del equipo, principalmente la clasificación directa a la fase de grupos de la Copa Libertadores, lo cual representa ingresos sustanciales que superan las ofertas recibidas en este momento.
En conclusión, la situación de Gonzalo Tapia es un desafío complejo para Universidad Católica, que debe equilibrar el rendimiento deportivo inmediato con los beneficios económicos a largo plazo, tratando de no comprometer sus aspiraciones en la liga y otras competiciones.