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En el actual panorama político, Kamala Harris y Donald Trump ofrecen enfoques notablemente diferentes para abordar los temas económicos. Mientras que Harris se centra en la inclusión y la justicia económica, Trump destaca la reducción de impuestos y la desregulación como motores principales del crecimiento.
Harris, actual vicepresidenta, aboga por políticas que buscan reducir la brecha salarial y aumentar el salario mínimo, con el objetivo de crear una economía más equitativa. Promueve además la inversión en educación y salud pública como pilares fundamentales para el desarrollo económico sostenible.
Por otro lado, Trump, expresidente de los Estados Unidos, insiste en que su estrategia de recortes fiscales y eliminación de regulaciones innecesarias fomentará un ambiente más favorable para los negocios y los trabajadores. Según Trump, estas medidas son esenciales para mantener la competitividad económica a nivel global.
