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El Medio Oriente se preparaba para posibles represalias de Hezbollah o sus aliados después de que Israel y Hezbollah anunciaran la muerte de Hasan Nasrallah, el veterano líder del grupo militante. Las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron haber “eliminado” a Nasrallah en un ataque el viernes sobre el “cuartel general central” de Hezbollah, que destruyó varios edificios residenciales en los suburbios del sur de Beirut.
Durante un discurso en Tel Aviv la noche del sábado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, adoptó un tono desafiante y advirtió que “Israel está en ascenso”, mientras que los aliados de Hezbollah en la región pedían una respuesta rápida. “Estos son días importantes. Estamos en lo que parece ser un punto de inflexión histórico”, declaró Netanyahu.
El Departamento de Estado de EE. UU. instó a la salida de algunos empleados y sus familiares de Líbano, advirtiendo sobre una “situación de seguridad impredecible”.