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Israel continuó con intensos bombardeos sobre Líbano en la madrugada del domingo, afirmando atacar decenas de objetivos de Hezbollah. Este incremento de la violencia se produjo tras la muerte de Hasan Nasrallah, líder de Hezbollah desde hace mucho tiempo, en un ataque israelí en un suburbio de Beirut el viernes pasado.
Líbano está conmocionado por la pérdida de Nasrallah y en las últimas dos semanas, más de 1.000 personas, incluyendo al menos 87 niños, han fallecido debido a los ataques israelíes, según informaron los funcionarios de salud. La situación humanitaria en la región sigue deteriorándose a medida que continúan los enfrentamientos.
Cuando se le preguntó si una invasión terrestre israelí en Líbano era ahora inevitable, el presidente Joe Biden declaró: “Es momento de un alto el fuego”, haciendo un llamado a la desescalada del conflicto y a la reanudación de las negociaciones de paz.