Fuente de la imagen: latercera.com

El paso de Jaime García por Valparaíso fue tumultuoso. Durante su tiempo como director técnico, García dirigió 19 encuentros, de los cuales ganó siete, perdió seis y empató seis. A pesar de que el equipo aún tenía posibilidades de clasificar a la liguilla de ascenso, ocupando el noveno lugar con 34 puntos, solo dos menos que Santa Cruz, el octavo lugar y último en clasificar, su relación con la dirigencia se deterioró, especialmente con Reinaldo Sánchez, presidente del club.

La llegada de García al club porteño ya había generado controversias. Antes de que García asumiera el cargo, cuando Francisco Palladino aún dirigía al equipo, García sostuvo una reunión con Sánchez donde discutieron las condiciones de su posible contratación. Después de varias semanas de negociación, las partes llegaron a un acuerdo y, tras la salida del uruguayo, García asumió la dirección técnica.

No obstante, el presidente Sánchez había manifestado públicamente su descontento con el desempeño del equipo bajo la dirección de García. En respuesta, García defendió su trabajo destacando el ambiente positivo que había creado en el club. Algunos jugadores, como Carlos Muñoz, respaldaron al técnico, elogiando su compromiso y lealtad hacia los jugadores.

Finalmente, tras su despido, Sánchez justificó la decisión por los resultados obtenidos, argumentando que se hubiera tomado la misma medida en otros clubes en un contexto similar. A pesar de los buenos antecedentes de García con Ñublense, el presidente caturro destacó que las expectativas no se cumplieron y lamentó no haber visto los resultados esperados.