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Thomas Galdames enfrentó una noche complicada en el enfrentamiento contra Brasil, durante la cual su desempeño se vio opacado por la ofensiva del equipo rival. El lateral, claramente superado, fue amonestado y debió dejar el campo. Este rendimiento le generó numerosas críticas, con el técnico Ricardo Gareca siendo particularmente insistente en sus llamados de atención y reclamos durante el partido.
Al concluir el primer tiempo, y tras el gol de empate brasileño proveniente de la zona defendida por Galdames, la frustración fue evidente. Cuando los jugadores se dirigían al vestuario, la tensión se intensificó con Eduardo Vargas confrontando a Galdames, después de discutir con el árbitro por una supuesta falta penal sobre Diego Valdés. Ante las recriminaciones, Galdames solo pudo cubrirse el rostro con su camiseta.
Después del partido, el entrenador de la selección chilena reflexionó sobre el estado anímico del equipo. Destacó la fuerza mental de sus jugadores y recalcó la importancia de un gran resultado en Barranquilla para recuperar el ímpetu. Pese a las dificultades en la continuidad de formaciones debido a lesiones y suspensiones, el técnico mantiene la fe en los nuevos valores del equipo y ve esto como una oportunidad para evaluar a nuevos talentos que puedan adquirir experiencia valiosa en el camino.