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La Universidad de Chile enfrenta un complejo dilema internamente mientras se prepara para los desafíos internacionales propuestos para 2025. En plena pugna por el título del Campeonato Nacional junto a Colo Colo y con un esperado enfrentamiento con Universidad Católica en el horizonte, el club también planifica su plantel para la próxima fase de grupos de la Copa Libertadores, instancia a la que no accedía directamente desde 2018.

La renovación de sus jugadores estrella ha sido un tema crucial para Azul Azul, y aunque se han asegurado la continuidad de Matías Zaldivia y Leandro Fernández, el caso de Marcelo Morales se tornó problemático. Tras más de un año de negociaciones infructuosas y diferencias desde el inicio, el defensor finalmente decidió no prolongar su contrato, el cual concluye en diciembre. La causa principal de esta decisión fue la cláusula de salida elevada que el club pretendía incluir en el nuevo acuerdo.

El desencuentro se agudizó cuando Morales y su entorno consideraron excesiva la cifra propuesta por Azul Azul, que pretendía ser el doble de los US$ 2,5 millones inicialmente sugeridos por el jugador. Esto originó tensiones que llevaron incluso a que Morales fuera relevado temporalmente de su posición titular. Finalmente, ante la cercanía del fin de su contrato, decidió no renovar y se encuentra evaluando ofertas internacionales, con interés particular proveniente de clubes europeos y de las ligas argentina y estadounidense.