Fuente de la imagen: emol.cl
La cadena chilena de tiendas al por menor, Multitiendas Corona, que opera con 51 sucursales y emplea a aproximadamente 1.800 personas, ha solicitado recientemente un segundo proceso de reorganización judicial en cuatro años para abordar sus dificultades financieras y evitar la bancarrota.
Corona se encuentra en una situación complicada a raíz de varios factores, tales como la reducción del consumo, la inflación y las restricciones para obtener financiamiento. A pesar de implementar medidas como el cierre de tiendas no rentables y la expansión en China para reducir costos, la empresa no ha alcanzado la estabilización financiera deseada.
Esta solicitud de reorganización se da tras una reorganización previa en 2020, producto de los efectos del estallido social de 2019 y la pandemia de covid-19. En aquel entonces, los acreedores respaldaron su plan de reestructuración, permitiéndole eludir la quiebra. Sin embargo, nuevos problemas financieros han surgido, obligando a la empresa a buscar nuevamente apoyo judicial.
Entre las razones citadas por Nelson Contador Rosales, abogado de la compañía, se encuentran la disminución sostenida del consumo y el impacto de la inflación en los costos operativos, entre otros. Además, la empresa ha enfrentado dificultades para acceder a financiamiento externo, complicando sus esfuerzos de estabilización económica.
Uno de los mayores retos para Corona ha sido la caída en ventas debido a los cambios en el panorama económico del país, con una economía en retracción y un descenso en el poder adquisitivo de los consumidores. En respuesta, la empresa ha cerrado su negocio de tarjetas de crédito no bancarias a causa de pérdidas significativas acumuladas.
Pese a la reducción de la deuda bancaria de $43.024 millones en 2020 a $14.330 millones en 2024, y la inyección de capital reciente, las complicaciones de liquidez y la carencia de acceso a financiamiento bancario continúan pesando sobre la organización. A la fecha, su deuda total asciende a $66.963 millones.